Ventajas e inconvenientes
Dormir en posición fetal ofrece una serie de ventajas, pero también tiene sus contraindicaciones. Empezando con el lado positivo, ayuda a aliviar el reflujo gastroesofágico y la acidez estomacal, sobre todo si se duerme sobre el lado izquierdo. También ayuda a reducir los ronquidos, a diferencia de dormir boca arriba. Asimismo, es la postura más cómoda para las mujeres embarazadas.
En cuanto a sus desventajas, dormir en posición fetal impide que la columna vertebral se relaje por completo, lo que puede provocar dolores durante la noche o al despertarse. Además, las rodillas permanecen flexionadas durante varias horas, lo que puede provocar artritis a largo plazo. Encima, puede comprometer la respiración natural ya que comprime el tórax durante el sueño.
En resumen, descansar en la posición fetal puede aliviar el dolor lumbar y proporcionar relajación muscular, a pesar de que pueda generar ciertas tensiones en el cuello, la columna y la pelvis. Aun así, esta postura se recomienda para individuos propensos a la ansiedad, ya que facilita conciliar el sueño y tiene un efecto calmante.
¿Para quién es más adecuada la posición fetal?
Muy habitual, la posición fetal es especialmente beneficiosa para determinadas personas, sobre todo las mujeres embarazadas, las que sufren dolores de espalda o las que padecen apnea del sueño.
Durante el embarazo
Dormir en posición fetal es la mejor postura para las mujeres embarazadas, sobre todo a partir del segundo trimestre de embarazo. Acostarse sobre el lado izquierdo libera la vena cava inferior y mejora el flujo sanguíneo hacia el útero, la placenta y el feto. Además, esta posición ayuda a reducir las molestias digestivas y los dolores de espalda, frecuentes durante el embarazo.
